Es un relleno inyectable y reabsorbible que se utiliza para minimizar arrugas y aportar volumen de forma natural.
Se trata del material de relleno más utilizado en el momento actual y del que más datos se dispone.
Es una sustancia que está presente de forma natural en casi todos los tejidos de nuestro cuerpo. Por su gran capacidad para retener agua su función fundamental es la de aportar hidratación.
El que se emplea en medicina estética es de origen no animal y se obtiene de forma sintética en el laboratorio, lo que hace casi imposible que pueda producir reacciones alérgicas.
Infiltrado con técnicas de relleno en nuestra piel aporta hidratación y volumen, con lo que reduce arrugas y moldea facciones, además de contribuir a dar la elasticidad y turgencia a la piel.
Es el material de relleno más versátil que existe, siendo posible su uso en prácticamente cualquier parte del cuerpo.
Cuando se infiltra tiene una duración muy variable que depende tanto de sus características físicas como de la capacidad de degradación de cada persona.
Dentro de su gran variación, puede durar en nuestro cuerpo muchos meses e incluso algún año.